La eterna pregunta

¿Dónde empieza y acaba la libertad de un individuo? Según la Real Academia Española la libertad es “la facultad natural que tiene el hombre de obrar de una manera o de otra, y de no obrar, por lo que es responsable de sus actos”

Me pregunto cómo se definirá la capacidad natural que tiene el hombre para jorobar al prójimo en un lugar público. Porque digo yo…qué necesidad tengo después de una dura jornada de trabajo y un dolor de cabeza que con la mitad sería suficiente, de aguantar ruiditos y tediosas melodías procedentes de los jueguecitos del móvil de la señora que va sentada a mi lado en el autobús. ¿Acaso me interesa a mí los puntos que gana cuando mata a los marcianitos verdes o cuántas vidas le dan por comerse la estrella naranja? ¿No sabrá que uno de los agujeritos que tiene el móvil es para conectar unos auriculares? ¿Acaso no sabe de la existencia del modo silencioso en este tipo de dispositivos?.... (Aunque viéndole las pintas a la individua, yo diría que le llega justo para manejar las flechas que le permiten desplazarse de arriba abajo y de derecha a izquierda de la pantalla para matar a los puñeteros marcianos) 

Estoy de los nervios, no la aguanto más, el autobús está a tope y no me puedo mover. El corazón me va a mil por hora, estoy a punto de decirle algo pero la mala leche que me ha puesto no me va a permitir decírselo de manera educada. Así que suspiro, resoplo y me bajo del autobús dos paradas antes de llegar a mi destino final.

¿Libertad, ganas de joder o sentido común?